Ing. Guido
Seravalli Bravo MSc.
Juez
internacional
Director
Ejecutivo Asoibero
Es imposible
no enfurecernos, por más que lo intentamos, con muchísimos de los auto llamados
“Jinetes o caballistas”, más parecidos con un carnicero.
Tenemos que
levantar la voz, en defensa del silencio de este noble y bello animal, cuyo
único pecado es el haberle servido a la “humanidad”, por más de 4000 años.
Tiempo a
través del cual, fue maltratado y utilizado como carne, vehículo de guerra, trabajo, conquista, deportes y silla. Sin
esperar nada a cambio, solo cariño de parte de su amo, quien se supone que al
menos debería cuidarlo, como bien lo
hace la mayoría hoy en día; pero aun existen muchísimos” analfabetas de a
caballo”.
En la edad
media o más allá, por la ignorancia del oscurantismo podríamos entenderlo, pero
ahora en pleno siglo 21, es inaceptable e imperdonable; como es posible ver en
un tope caballos rayados por el mal uso de las espuelas, o verlos con la lengua
cortada, o las comisuras rotas, rencos, golpeados y agotados,
Bien por el
estado (Senasa) que al fin al parecer quieren poner un alto a este absurdo,
cobarde y cretino mal trato animal.
En esta
cruzada, deberíamos participar todos los que amamos a esta casi mítica criatura;
criadores, asociaciones, empresas, estado, etc. Solo juntos podremos devolverle
la dignidad y el bienestar a este gallardo y eterno compañero de sueños y amigo
incondicional.