miércoles, 16 de septiembre de 2015

Curiosidades Equinas


Por: Nuria B. Martínez
  
¿Por qué los ingleses conducen por la izquierda?



Es curioso que en todos los países de Europa se conduzca por la derecha y en Gran Bretaña se conduzca por la izquierda. Todos nos hemos preguntado alguna vez el porqué. En realidad no es algo aleatorio ni casual, todo o casi todo tienen una explicación racional. Una vez más los responsables son los caballos. Quizás hoy en día sea indistinto conducir por un lado que por otro pero cuando el tráfico rodado lo constituían los carros, carruajes y carretas conducir por la izquierda era lo más lógico.
Fig. Carruaje antiguo
Los cocheros sujetaban las riendas con la mano izquierda y manejaban el látigo con la derecha. Si circulaban por la derecha, al chasquear el látigo hacia los caballos en el movimiento de retroceso los peatones que circulaban pegados a los carros eran lastimados. Así que, en todos los países con un poco de sentido común, se decidió que los carruajes circulasen por la izquierda para que el látigo quedase en el centro de la calzada y como mucho se lastimase a los animales de tiro del resto de los ciudadanos. Cuando los vehículos de transporte pasaron a ser de tracción motora y el látigo era inservible, muchos de los países que conducían por la izquierda volvieron a la derecha ya que se consideraba que para el conductor era más fácil cambiar de marchas con la derecha y había una mejor visibilidad si los coches pasaban por su izquierda. Los ingleses por su parte decidieron seguir con la tradición hasta hoy.

Los caballos de fuerza que tiene un carro es importante, pero ¿de dónde viene este término?.

Cuando un usuario desea adquirir un nuevo vehículo, ya sea un automóvil, motocicleta e incluso un barco, mira toda las prestaciones que presenta. Una de las principales son los caballos de potencia
que tiene, pero ¿de dónde viene este término?.
La historia cuenta que este término fue inventado por James Watt (1736 – 1819). En 1769 el ingeniero Watt llevaba la explotación de una mina de carbón, entre las tareas más fatigosas se encontraba la de achicar agua para extraer el carbón. James Watt se planteó si sería posible sustituir la mano de obra de los hombres por la de los animales. Cogió varios caballos y los situó en diferentes sitio y los sometió a la siguiente prueba: tirar de un peso de 150 libras (68,04 kilográmos) y llegó a la conclusión de que la velocidad media alcanzada era de 2,5 millas (4,02 kilómetros aprox.) por cada hora.

Más tarde con su invención de la máquina de vapor y para poder venderla a los posibles compradores utilizó estos cálculos para que los usuarios entendiesen de cuánta fuerza disponían en sus máquinas. Era más fácil decir que una máquina de las suyas equivalía a la fuerza de 3 caballos que abordar a la gente con cálculos demasiado complicados. Sin embargo la unidad que conocemos hoy en día se multiplicó por 50 de la que inventó Watt.

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