EL JUZGAMIENTO MORFOLÓGICO Y FUNCIONAL DE EQUINOS
Ing. Guido Seravalli Bravo MSc.
Juez y consultor internacional
La
técnica, ciencia - arte de juzgar y evaluar la apariencia externa o fenotipo de
los animales domésticos, data ya de varios siglos de existencia desde su
creación en Gran Bretaña.
Lo
que se ha hecho, es mejorar las metodologías y técnicas para aumentar de alguna
manera, la exactitud y acierto en los fallos de los jueces, haciéndole los
ajustes a las diversas variables ambientales que tanto afectan la manifestación
fenotípica de los genes. el principio técnico de los juzgamientos equinos, fue
fundamentado por la Ingeniería
en Producción Animal conocida también como Zootecnia o Animal Science en los
países anglosajones; es la ciencia agropecuaria encargada entre otras cosas de
estudiar la ezoognosia de los animales, palabra de origen griego : ex: fuera
- zoo: animal - gnosis: conocimiento
Dicha
Ezoognosia se encarga de evaluar la morfología de los animales,
correlacionándola con sus aptitudes bioeconómicas y funcionales, muchas de las
cuales presentan valores medios y altos de
Heredabilidad y Repetibilidad (la mayoría de las características morfo-anatómicas,
fisiológicas y de temperamento), así como en sus Correlaciones genéticas y
fenotípicas. Sabiéndose que los parámetros reproductivos y de movimientos
presentan bajos valores en su probabilidad de transmisión genética, siendo
influenciados más por el entorno ambiental; lo que nos permite modificarlos en
cierta medida atraves de paquetes técnicos de manejo integral, doma, etc.
Para el completo dominio de esta ciencia-arte, es necesario poseer
amplios conocimientos en anatomía, fisiología, genética, endocrinología, etología,
nutrición y reproducción.
Sin embargo existen algunas personas que aunque carentes de una sólida
formación profesional, poseen una buena habilidad para evaluar el Exterior Animal en determinadas
especies y razas, debido a una natural aptitud y vasta experiencia en la
crianza, ahora no hay duda que la especialización profesional continua siendo
obligante si se desea obtener veredictos adecuados en los juzgamientos más
complicados y difíciles.
El moderno juzgamiento animal correctamente utilizado, es una buena
herramienta para auxiliar los procesos
de selección morfo-funcional, complementando de cierta
manera a los postulados de la genética
aditiva, cuantitativa, molecular y de
poblaciones, nunca sustituyéndolos; ya que no es más que la búsqueda del
Balance Total, entre el morfotipo o biotipo ideal de la raza, la funcionalidad y su eficiencia; buscando
siempre los individuos más correctos dentro de las clases del juzgamiento,
aunque no siempre sean los más “llamativos”.
Cabe mencionar, que la mayoría de las razas equinas se fraguaron sobre
la base de la evaluación y presión de selección de los parámetros morfo –
funcionales en cada generación, a través de metodologías técnicas de
juzgamiento, aplicadas desde mucho antes de los conocimientos modernos de la
genética actual.
Por otro lado y en definitiva, la apreciación del fenotipo por parte de
un juez, no tiene siempre la exactitud de un cálculo matemático, estando
siempre matizada de cierta subjetividad y criterio personal, así como del
desconocimiento de las fuerzas ambientales involucradas en la forja de
determinado fenotipo. He aquí la gran importancia de crear dentro de cada
asociación de raza, colegios de jueces con normas y criterios muy claramente
estandarizados (unificados); solo así y con la ayuda de datos zootécnicos
(zoometría, etc.), los laudos en juzgamientos dentro y fuera de pistas,
servirán de norte y guía a los criadores de la raza, de lo contrario los
llevaran a la oscuridad, incertidumbre y fracaso. Las exposiciones nunca deben convertirse
en un fin en si mismas, sino tan solo deben verse como un medio de medir las
tendencias en una determinada población animal, tanto en lo técnico como en lo
comercial.
Los juzgamientos en exposiciones
encierran gran responsabilidad, pues los veredictos del juez (s) suelen servir
de “orientación o confusión” para los criadores sobre el morfotipo de la raza, biotipo o Norte
a seguir y por ende cuales reproductores
utilizar. Además de lo antes expuesto, el juez tiene la obligación ética y profesional de
transferir todos sus conocimientos técnicos a la heterogénea platea, en
beneficio de la ganadería de un país, tornándose el juzgamiento en un evento didáctico
y de transferencia tecnológica, desde luego que esto dependerá de la solvencia
técnica del citado profesional (juez).
Existe otro trasfondo, ya que los machos y hembras campeones, pasan a
valer cantidades de dinero muy superiores al resto y lo que es más delicado,
los garañones potencializan su utilización reproductiva aumentando su
transferencia de genes dentro de la población, sea vía monta natural o
inseminación artificial, así mismo las yeguas con la creciente técnica de transferencia
embrionaria; con las implicancias genéticas del caso.
Existen ciertas características comunes entre los jueces de mayor
prestigio internacional, entre ellas encontramos:
·
Conocimientos
técnicos profundos de las especies, razas y/o biotipos a juzgar:
El juez debe dominar todas las ramas técnico-científicas
ya citadas, además de los patrones raciales y morfotipos a seleccionar en cada
raza, además conocimientos etnológicos de las razas son de gran importancia y
contribuye a la toma acertada de decisiones. Por otro lado el dominio de los
parámetros zoometricos es fundamental, así como la adecuada ponderación de las
diversas características de importancia racial, estructural, funcional y
reproductiva.
El juzgamiento debe tener una trayectoria lineal de
principio a fin, sin quiebra del criterio. Todo juez debe dar una sólida
argumentación técnica en cada veredicto, con lo que alcanzara el respeto del público,
mismo que no lo compartan.
·
Capacidad de
observación analítica:
Un importante porcentaje de los errores cometidos en un
juzgamiento, provienen de un desordenado y deficiente proceso de observación.
Esta habilidad puede desarrollarse con el debido entrenamiento y la adecuada
capacitación.
·
Buen juicio y criterio:
Son quizás, las cualidades más difíciles de
desarrollar y en donde la experiencia juega un papel determinante. El juez debe tener la capacidad de ponderar
adecuadamente tanto los atributos como los defectos,
imprimiendo a sus laudos una buena dosis de sentido común, buen censo y
respeto. Esto se logra al darle el valor técnico real, práctico, funcional y
objetivo a cada uno de los parámetros morfoanatomicos y mecánicos involucrados.
Las características deseables deben ser más exaltadas que los defectos durante
la argumentación.
·
Coraje y
honestidad:
Sin estas cualidades todas
las anteriores son inútiles. Son el coraje y la honestidad necesarios para
sustentar y exponer un determinado veredicto, de nada serviría el conocimiento
técnico, el análisis sistemático, ni el
buen juicio y criterio, sin ellas dos.
El juez
no debe preocuparse con asuntos de índole comercial, de procedencia o
políticos, debiendo mantener su entereza, ética y moral. Un buen juez debe dar
sus fallos con firmeza, argumentación sólida y claridad absoluta, pero con
respeto tanto por el animal como por el criador y raza.
El tacto y el sentido común deben acompañar cada comentario. Debemos recordar que siempre:
“juzgar es más fácil que criar”.
Otra consideración a tener durante las competencias, es que los veredictos
deben ser sustentados exclusivamente en lo que el juez observe durante el
tiempo de cada competencia, pues el juzgamiento es en ese momento, no en el
pasado ni futuro de un animal, sino en el presente del laudo; las predicciones mentales que el
juez elabore sobre el futuro de los animales, deben ser herramientas para una
mejor decisión, pero nunca para
justificar un fallo; ya que el futuro es completamente incierto y el pasado es
etapa superada.
El juez
experimentado es cauto a la hora de la argumentación, exaltando las virtudes
más que los defectos, esto en la medida de lo posible.
Son
varios los métodos de juzgamiento equino hoy existentes, dependiendo
básicamente del fin de la evaluación
(morfología, funcionalidad, performance, compra, venta, etc.). Los tres más
comunes son: método Individual, Comparativo y método de Datos con Experimentación.
Es
crucial tener siempre presente, que la apariencia física externa o fenotipo de
un potro (a), no esta determinada exclusivamente por su genotipo (genes
heredados de sus progenitores), sino que además es dependiente de las diversas
interacciones entre ellos y las variables
ambientales, tales como época de nacimiento, edad de la
madre, nutrición, manejo, estado zoosanitario, calidad y métodos de doma,
entrenamiento, etc.
Lo anterior
es para subrayar, que no se debe afirmar que un caballo con mejor calidad
zootécnica (fenotipo) que otros, sea necesariamente superior también en
términos genéticos (genotípicos), podría serlo o no; ya que dicha superioridad puede
deberse a mejores condiciones
ambientales a lo largo de su vida, potencializandose la máxima expresión de su
“inferior” genotipo. Todo esto debe ser permanentemente considerado tanto por
los criadores al hacer selección en sus cuadras y corrales, como por los jueces
en las pistas de calificaciones. He aquí la gran importancia de que los
criadores y asociaciones lleven archivos de datos cuantitativos técnicos,
conteniendo información sobre los principales sucesos en la vida de sus
animales así como datos zoométricos.
Método
individual:
Consiste
en el examen minucioso e individual de las diversa regiones anatómicas de un
caballo, su funcionalidad y proporcionalidad con el resto del cuerpo,
además de sus características
zoometricas y grados de angulacion; comparando cada una de ellas con lo
descrito en el estándar de su raza como ideal, permitido y desclasificante,
ósea que es una comparación de tipo vertical. Además aquellas características
raciales y de la biomecánica natural, deben ser claramente ponderadas, tanto en
razas establecidas como en las nuevas. El sistema consiste en asignarle valores
numéricos a cada parámetro morfológico de interés, calculándose un índice parcial y otro total mediante tablas y
fichas preestablecidas de
valoración. Estas tablas deben ser del completo dominio de jueces y comités de
valoración, siendo que todo criador debe poseer conocimiento claro de ellas.
Este
método es muy utilizado por los registros genealógicos de muchas asociaciones
de renombrado prestigio internacional, para llevar a cabo las conocidas Valoraciones del Stud Book de sus razas.
Método comparativo:
Este sistema
consiste en evaluar, comparando los fenotipos y datos zoométricosí, de animales
“contemporáneos” en igualdad de condiciones fisiológicas, raciales, sexuales y
con niveles de doma equivalentes, como se ve es una comparación de orden
horizontal; sin embargo también y simultáneamente cada uno de los animales de
la categoría, esta siendo comparado con el prototipo ideal de la raza, ósea
verticalmente. Este ha sido el método utilizado tradicionalmente en las
exposiciones clásicas.
Método de datos
con experimentación:
Este
contempla al método comparativo, complementándolo con importantes datos zootécnicos de cada
competidor; como edad, datos reproductivos y zoométricos, pesos, performance de
velocidad y arrastre, pruebas de doma y campo, etc. en algunas
competencias de adultos se suministran
datos hasta de las progenies. Este sistema es él más moderno y el de mayor
precisión. Utilizado en competencias de nivel mundial y por algunas
asociaciones de renombre internacional para evaluar y seleccionar las poblaciones de sus
respectivos Stud Book.
Los parámetros involucrados en un juzgamiento,
pueden ser agrupados por afinidad en 3
categorías de la siguiente manera:
Morfológicos: Anatómicos, biotipo y raciales
Funcionales: Calidad en la ejecución de los 3 aires naturales y pruebas de doma
Presentación: Condición y estado fisiológico general.
Lógicamente
los de mayor puntuación serán los morfológicos y de funcionalidad. Siendo
que en las razas bajo estado formativo o de depuración, las características morfoanatómicas
deben ponderar valores más altos; esto sin detrimento directo de las
funcionales; mientras que en aquellas razas ya establecidas genéticamente, se
le podría dar un valor ligeramente superior a las asociadas con la función.
Esto con la selección adecuada y el tiempo necesario, conllevara a la convergencia de ambas categorías de
atributos, los morfológicos y los funcionales; siendo la importancia de unos y otros
equivalente, además muchos de ellos están correlacionados positiva o
negativamente. Esta propuesta es tan solo una manera lógica de ordenar
secuencialmente el programa de selección.
Los
jueces deben conocer claramente los preceptos zootécnicos de:
Heterometria = Razas Hipermetricas,
Eumetricas y las Elipometricas.
Anamorfosis = Razas
dolicomorficas, mesomórficas y las braquimorficas.
Aloidismo = Razas convexilineas, subconvexilineas, rectilíneas, subconcavilineas,
cóncavilineas.
Los
machos son usualmente sometidos a una mayor
y rigurosa presión de selección, pues factorialmente son responsables
anualmente de una mayor población de descendientes, principalmente hoy en día
con el creciente uso de la inseminación artificial, con el consecuente aumento
en la frecuencia génica de los alelos contenidos en su genoma. Sin embargo la
importancia genética de las yeguas no debe ser jamás subestimada, pues su
influencia genética por progenie individual (ADN Mitocondrial, etc.), es mayor
que la del garañón; para producir potros campeones debemos antes criar madres
ojala “elites”.
Ahora
bien, describiendo la secuencia lógica de observación de un juez, este inicia
su trabajo colocándose en el centro del ring de calificaciones, manteniéndose
primeramente a unos 10 metros del grupo de
caballos inscritos en la categoría, una vez que ingresan a la pista. Los
animales deben entrar de menor a mayor edad e ingresar al paso, primer aire
natural de todo caballo. Los competidores deberán mantener una distancia entre
sí de unos 2 a
3 metros .
En
este primer contacto visual (“golpe de
vista”), se visualiza la calidad general de la clase, proporcionalidad y
balance de los animales, además observamos la calidad del tranco, las capas y
el desarrollo corporal por día de vida.
En
categorías muy concurridas, el juez desde el inicio puede ir eliminando a aquellos caballos que presenten
alguna característica desclasificante de acuerdo el Patrón de la raza (técnica
de anillos de exclusión).
Los animales
jóvenes que aún no se estén montando, deben entrar portando el mínimo de aperos
reglamentarios necesarios para su control y seguridad, así mismo los equinos
que compiten bajo silla, deben presentarse antes sin ensillarse para que el
juez valore sus morfologías. Algunas asociaciones permiten más de un
presentador por caballo otras no.
A
continuación los animales son detenidos y puestos en estación, aquí el juez
estudia detalladamente las características morfoanatómicas de cada animal,
comparándolas entre sí y simultáneamente con el Prototipo de la raza descrito
en el Patrón de la misma. Una secuencia lógica de observación seria:
·
Primero una vista frontal; (ver esquema de observación).
·
Segundo una lateral (ambos costados); (ver esquema de observa.).
·
Tercero una posterior. (ver esquema de observación).
En cada una de estas vistas en estación, el juez debe analizar
minuciosamente a todos los competidores de la categoría, desclasificando a los animales que por portar
defectos muy comprometedores para la raza, pondrían en peligro el progreso
genético de esta.
Seguidamente,
el juez debe hacer salir de la estación a cada animal, haciéndolos caminar
cortos trayectos al paso (4 tiempos), aquí serán analizados concienzudamente
los aplomos bajo desplazamiento, ponderándose debidamente todos
y cada uno de los defectos encontrados (desviaciones, lesiones, etc.).
El juez deberá observar aplomos, posibles lesiones y debilidades también en
acción bajo los demás aires naturales de la raza: trote (2 tiempos por diagonales),
ambladura (2 tiempos por laterales), paso fino (4 tiempos), galope de trabajo y
reunido (3 tiempos), galope tendido (4 tiempos), reculada (por diagonales),
etc., dependiendo de los reglamentos particulares de cada raza.
En
las categorías montadas, se analiza toda la biomecánica de ejecución y
desplazamiento, como los tiempos de batidas, de suspensión y sustentación, flexión
y elevaciones, pistoneo (en los posteriores),
remetimiento bajo la masa e impulsión, extensiones, disposición,
energía, temperamento, conjunto, posición de cuello y cabeza, etc. Siempre en
concordancia con lo dictado por el estándar de la raza en cuestión. Además se
deben analizar las ayudas utilizadas así como la rienda y asiento presentados
por cada animal.
Para
entonces, ya sé deberá tener una idea preliminar de cómo se debe categorizar la
clase. Debe recordarse que es imposible encontrar el caballo perfecto, el
trabajo radica en realizar un juzgamiento que nos permita seleccionar de los
animales presentados, aquellos más próximos al ideal de la raza. Así mismo
cuando se pretende ser exageradamente estricto,
se deberá tener sumo cuidado, ya que hay
riesgo de cometer serias injusticias irreversibles, algunas pueden
afectar el desarrollo de la raza. Es muy importante enfatizar más lo bueno que
lo malo.
El juez
puede realizar una precalificación de la categoría en pista, e ir haciendo los
cambios pertinentes sobre la base de sus últimos “escaneos”; esto antes de
tomar su decisión final, pues una vez tomada y debidamente argumentada en el
micrófono, es internacionalmente inapelable.
Por
otro lado, el tiempo de demora en el juzgamiento de cada categoría no debe ser
excesivo, el juez debe ser en la medida de lo posible razonablemente rápido y eficaz dentro de lo permitido en cada reglamento.
Cuando
se juzgan grupos como: progenies de padrotes, productos de yeguas o hatos
completos, se busca promover la uniformidad en la calidad zootécnica y racial,
tanto individual como grupalmente; pues se intenta premiar la prepotencia
genética de un reproductor (a) como mejorador de la raza, así como el acertado
criterio de selección de un determinado criador o expositor.
Finalmente,
caso el juez argumente la no existencia de animales meritorios de un
determinado premio, puede y debe declarar lugares desiertos, pues fue invitado
para juzgar y orientar la crianza de un determinado tipo de caballos, no para
confundir a partir de premios fantasmas y ficticios, que a la postre a nadie benefician y a todos
perjudican; “la toma de desiciones no puede ser democrática ni por aclamación”.
Algunos Puntos
De Observación
Lateral:
Perfil fronto-craneal (aloidismo) y
caracterización racial.
Tupe e inserción, forma y
tamaño de orejas.
Forma, pigmentación,
funcionalidad y localización de ojos (visión estereoscópica).
Largo, volumen, forma y
características sexuales secundarias de la cabeza y cuerpo.
Dentición, diestema,
labios, mentón, articulación bucal y región parótido mandibular.
Descarnamiento y
empastamiento facial.
Inserción de la cabeza en las fases dorsales y
ventrales del cuello (nuca y garganta).
Forma, largo, grosor,
volumen, firmeza y proporción del cuello; presencia de grasa en fase dorsal.
Misión e inserción del
cuello en las espaldas, cruz y pecho, así como caracterización de las crines.
Ubicación, forma y
amplitud de las cruces.
Angulo y musculación de
las espaldas (región escapular) e inserción con el brazo (zona
escápula-umeral).
Amplitud y largo de
costillas (profundidad toráxica); longitud y proporcionalidad del tronco; hijares y rotula.
Fortaleza, largo y anchura
de la región dorso-lumbar; presencia de lordosis, sifosis o escoliosis.
Inserciones del dorso lomo
en la cruz y en la grupa; fortaleza del “riñón”.
Ángulos de grupa y cadera;
fusión sacra; desarrollo muscular, largo, amplitud y proporción del tren
posterior.
Inserción y tipo de maslo;
posición y condiciones de la cola.
Estructura ósea;
ángulos y fortaleza de los corvejones y
del fémur; largo, grosor y estado de las 4 canas.
Largo, grosor, estado y
ángulos de las cuartillas; salud de los menudillos; forma, tamaño y salud de
los cascos.
Aplomos laterales
toráxicos y pélvicos, estado de rodillas; Presencia de lesiones y taras.
Capa; centro de gravedad y proporción entre los 3 tercios; altura total. Testículos
y ubres.
Frontal:
Anchura y proporción de la
cabeza.
Forma, implante y tamaño
de orejas.
Forma, pigmentación,
funcionalidad y ubicación de los ojos.
Pigmentación de mucosas,
etc.
Amplitud y forma de
narinas u ollares.
Rectitud,
conformación e integridad de zona
para-nasal.
Articulación bucal,
presencia de prognatismo o agnatismo; forma y firmeza de labios.
Dentición y
características sexuales secundarias.
Empastamiento o
descarnamiento y simetría facial.
Misión y limpieza del
cuello en su fase ventral con el tórax.
Amplitud y fortaleza
toráxico.
Proporción de cabeza,
cuello y pecho.
Arqueamiento de costillas,
desarrollo muscular y óseo.
Aplomos de remos toráxicos
y lesiones articulares en rodillas, menudillos, encuentros, cuartillas y
cascos.
Tamaño, conformación y
estado de cascos.
Largo y circunferencia de
canas (gran metacarpiano); condiciones de las cuartillas y menudillos.
Limpieza de garganta.
Separación de remos,
distancia del externon a tierra y capacidad pectoral.
Lesiones y taras.
Posterior:
Amplitud y ángulo de ancas
(extremos de los ileums).
Amplitud de puntas de nalgas
(puntas de isqueos).
Nivelamiento del sacro o
palomilla y de grupa.
Amplitud de cruces;
condición de la columna vertebral; fortaleza de la fase dorsal del cuello.
Amplitud y fortaleza de la
mesa dorso-lumbar.
Inserción y postura de la cola.
Musculatura de muslos,
grupa, nalga y piernas.
Órganos genitales
externos, solo en juzgamientos de equinos destinados a la reproducción.
Estado de corvejones,
tendones y estructura ósea.
Aplomos de los remos
pélvicos; condición de menudillos posteriores y cuartillas.
Largo y circunferencia del
gran metatarsiano (cañas posteriores).
Abertura de costillas.
Simetría del cuarto
posterior.
Firmeza de rotulas, riñón
y grupa en el desplazamiento.
Posición de orejas.
Fortaleza del cuello.
Lesiones y taras.
Acción bajo silla:
Verificar que las ayudas y
aperos sean los de reglamentos.
No permitir jamás la
humillación o maltrato de ningún animal.
Los animales participantes
en categorías de acción bajo silla, ingresaran siempre al paso, primer aire
natural.
El trote y el galope de
trabajo deberán también ser evaluados debidamente.
Observar cadencia; Tranco
y elasticidad; en las razas de tiro la elasticidad es substituida por potencia.
Ver transiciones entre los
aires naturales de la raza.
Disposición, sometimiento y
temperamento.
Calidad en la ejecución de
los aires y cambios.
Analizar los tiempos
y bípedos de sustentación o apoyo, así
como los de suspensión.
Observar las flexiones, elevaciones,
extensiones, impulsión, pistoneo, etc. según la finalidad de la raza.
El asiento debe ser
seriamente considerado, en el juzgamiento de cualquier raza equina de silla del
mundo.
La suavidad de boca y el
sometimiento casi voluntario a los mandos del jinete, son cruciales.
Analizar la habilidad de
desplazamiento del centro de gravedad.
Debe existir armonía en el
conjunto de movimientos entre el tren posterior y el anterior.
La impulsión debe
procesarse siempre en el posterior, siendo transferida al anterior a través de
la columna vertebral para el debido desplazamiento.
Algunos de los puntos de observación, pueden y deben
repetirse desde los distintos ángulos
de perspectiva arriba descritos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario