Ing. Guido Seravalli Bravo MSc.
Director Ejecutivo ASOIBERO
Juez Oficial
Toda población animal, es dinámica y no estática, o
sea los animales están en constante evolución y adaptándose generación tras
generación a los distintos medios ambientes, así como a los procesos de selección,
sea esta natural o artificial, o sea en panmixia o bajo monta selectiva, a los
que han sido sometidos.
No se debe olvidar ni por un instante, que el
fenotipo (conjunto de características morfológicas externas o visibles de un
animal); es el resultado de las diversas interacciones existentes entre el genotipo
(conjunto de genes de un animal heredados de sus dos progenitores)) y el medio
ambiente en el que se ha criado, inclusive desde antes de nacer, o sea dentro
del claustro materno (efectos maternos directos e indirectos).
En otras palabras, existen determinadas fuerzas
ambientales que potencializan o inhiben la expresión de los genes en cuestión. De
aquí se deriva la gran importancia de brindarles a nuestros caballos, las
mejores condiciones posibles en su entorno, para así favorecer la máxima
expresión de los genes que deseamos transmitir y fijar en la raza o población
seleccionada.
Debemos tener en cuenta, aquellas características morfológicas y
fisiológicas más importantes y que posean mayores valores de heredabilidad;
estos parámetros biométricos están contenidos y descritos en el Patrón Racial. Igualmente no
debemos olvidarnos de aquellos parámetros que presentan relativamente bajos sus coeficientes de
heredabilidad, como por ejemplo las características ligadas a la
funcionalidad y reproducción; pues ambas son de vital trascendencia.
Las valoraciones son una importante herramienta, para
el mejoramiento genético de cualquier población y los caballos no son la
excepción; hace 4 años iniciamos a manera de prueba algunas valoraciones y
funcionaron bastante bien. Lo que se
busca con su implementación es potencializar el uso de reproductores élite,
para que sus distintos genotipos, en teoría superiores, aumenten su su
frecuencia génica dentro del genoma de toda la población registrada en el Stud
Book de la Raza.
Las valoraciones se basan en las directrices contenidas
dentro del Patrón Racial oficial; deben
ser en lo posible sencillas y por ende de fácil implementación, por ejemplo en
nuestra Asoibero, hemos diseñado una ficha de campo sencilla, la cual contempla
tanto los atributos morfológicos como los mecánicos más importantes para la
raza.
Debemos considerar, que en el reglamento de nuestro
Registro Genealógico (RG), existen los siguientes grados generacionales o
categorías generacionales: F, G1, G2, G3 y G4 (Iberoamericanos Puros); las
valoraciones podríamos implementarlas obligatoriamente a partir de los machos
G1 en adelante, junto con los que están siendo utilizados en Inseminación
artificial, a los animales con categoría
F los podríamos dejar como optativos, según cada criador, pudiendo en estos
casos servirles como orientación en sus crianzas, o sea como una guía en la selección de sus futuros reproductores.
En la ficha de campo, se evalúan ciertos conjuntos de
parámetros considerados de mayor importancia, a los cuales se les asigna por
parte del especialista oficial una nota. Estas al final se promedian para
obtener una nota semifinal para la morfología y otra para la funcionalidad; una
vez obtenidas estas dos, se promedian para así sacar la calificación final del Balance
Total.
Recientemente hemos iniciado las valoraciones
obligatorias para todos los machos iberoamericanos con más de36 meses de edad,
siendo ideal realizarlas después de los 48 meses , esto debido a dos razones ,
la primera es porque nuestra raza tarda
más tiempo creciendo, y la segunda razón se debe a que a los 4 años, deberían
estar ya con bocado tipo freno. Esto es
importante para valorar su mecánica al trote bajo silla, según la Ficha de
Valoración Vigente.
Estas evaluaciones deben ser realizadas por
profesionales especializados, adecuadamente colegiados y avalados por el
Registro Genealógico de la Asoibero, esto por ser una acción exclusivamente técnica
y especializada (por razones obvias).
La metodología empleada en una valoración es distinta
a la utilizada en un juzgamiento común. Principalmente en el grado de
exigencia, siendo que en las valoraciones del RG, se debe ser mucho más
exigente y cuidadoso, aquí la comparación de cada fenotipo individualmente (conjunto
de características externas de un caballo) se hace contra el ideal de la raza
para cada sexo y edad, según el Patrón Racial, o sea de forma vertical.
Mientras que en los juzgamientos normales la
comparación es contra los contemporáneos (“rivales en la categoría etaria en
que compitan”), eso si dentro de lo normado en el Patrón Racial, pues es de forma
horizontal.
Como resultado de esta cuidadosa exigencia, para que un garañón obtenga una nota por
ejemplo de 8, debe ser sumamente correcto en su Balance Total, y no presentar ningún defecto desclasificante o
comprometedor.
Ahora estamos
por reiniciar dicho programa de ADN con un nuevo laboratorio, en este caso
norteamericano. La idea es muestrear a todos los animales G1 en adelante, así
como aquellos garañones donadores de semen aunque sean F.
Con la ayuda de Dios y con el acostumbrado e
importante apoyo de nuestros queridos asociados, continuaremos avanzando hacia
el éxito de nuestra Raza, hemos logrado mucho en estos 24 años y lo mejor aún
esta por venir. En términos genéticos lo importante no es llegar primero sino
saber llegar…
¡Despacio pero con buena letra...!
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